viernes, 3 de julio de 2020

La luna de miel!!!

Alguien te ha contado, ¿qué fue lo que paso después de la boda?cuando las luces se apagan, dejas de posar para las fotos, el baile termina...Después de que todos los invitados se van y quedan solamente ustedes dos?? o al contrario ustedes se retiran y dejan la fiesta atrás??ᐈ Luna de miel imágenes de stock, fotos luna de miel en la playa ...
En mi caso, nosotros nos fuimos de la fiesta directo a nuestra nueva casita (les recuerdo que nosotros no queríamos gastar en celebraciones y nos importaba más tener nuestra casa lista con todos los muebles) y como en esa época yo trabajaba y estudiaba no programamos ningún viaje de bodas, solo queríamos llegar a nuestra casa, lejos de todo y todos y comenzar nuestra nueva vida matrimonial... Que emoción se sentía cuando íbamos rumbo a la casa, aún en estos momentos puedo sentir que mi estómago se contrae trayéndome todo el cúmulo de emociones que me llevaban a sonreír y llorar al mismo tiempo.
Volteaba a ver a mi esposo y veía su rostro tranquilo que me sonreía socarronamente mientras tomaba mi mano... Mostraba tanta seguridad y tranquilidad que me llenaba de miedo al pensar que era yo la única que estaba con esos nervios a punto de explotar...
Llegamos a la casa y el abrió la puerta para que pasara... dejamos las maletas apenas entramos y nos tomamos de las manos, mi esposo sonreía  mientras decía: "Gracias a Dios ya estamos en nuestra casa mi amor!!" y me abrazó... Sentí demasiado calor y bochornos, así es que, de prisa me separé y le dije que lo único que deseaba era tomar un baño y acostarme, pues ya no soportaba los zapatos de tacón.
Corrí a la recamara a prepararme para bañarme y me encerré en el baño, le puse seguro (en ese momento no se por que lo hice, ahora si) abrí la regadera y deje que el agua fresca corriera por mi rostro... me bañe con tranquilidad, lavé mi cara quitando todo el maquillaje que acostumbran ponerte las maquillistas profesionales, no me importaba que me viera de cara lavada pues nunca fui amante de andar maquillada, ni de traer nada postizo... Pero entonces, ¿por qué sentía estos nervios que cerraban mi garganta? Mi corazón palpitaba a mil por hora y retardaba la salida del baño lo más que podía...
Al fin, salí envuelta en una toalla y agradecí que mi esposo corrió directo al baño, lo cual me permitió ponerme mi pijama sin preocupación alguna mientras escuchaba la regadera donde mi esposo estaba refrescándose. Peiné mi cabello y mi esposo salió del baño con un short puesto. Se sentó en la cama mientras me veía sonriente. "¿qué lugar prefieres?" me dijo. "¿Derecha o izquierda?" Sonreí y me senté del lado de la cama que escogí para dormir. "Te ves cansada, ¿quieres un masaje en los piecitos?" Le dije que Si, asintiendo con la cabeza, mi garganta estaba seca y sentía que no saldría mi voz si es que intentaba hablar. Me dio masaje en los pies y eso ayudo a que me relajara un poco y empezó a hacerme plática de diversos temas por lo que me sentí poco a poco más tranquila. Terminó y fue a acostarse junto a mi, me acercó hacia él y puse mi cabeza en su pecho, pude escuchar su corazón latiendo fuertemente, sonreí para mis adentros ya que pensé que él no estaba nervioso. Empezó a acariciar mi cabello lentamente y comenzamos a besarnos de manera muy tierna. Ambos habíamos acordado desde nuestro noviazgo que las relaciones sexuales esperarían hasta nuestro matrimonio ya que ninguno de los 2 había tenido una experiencia sexual previa, nos parecía lindo esperarnos a un momento especial. 
Y aquí estábamos los dos, inexpertos, acariciándonos por primera vez y besándonos cada vez con más pasión, el nerviosismo desapareció y le dio el paso a un torbellino de emociones que jamás había sentido, pronto los dos corazones palpitaban al mismo ritmo mientras nuestros cuerpos eran movidos por toda la pasión que llevábamos dentro... De pronto, de la nada... Apareció dentro de mi pecho un sentimiento espantoso, de aversión, dolor, enojo y confusión y en medio de la pasión aventé a mi esposo de mi lado. Recuerdo su rostro de asustado y su mirada llena de terror... "¿qué pasó? ¿te hice daño?" yo solté en llanto y corrí a esconderme al baño. Esa noche despertó en mi algo que estaba dormido, escondido en lo más profundo de mi inconsciente y vinieron muchas noches intranquilas de pesadillas continuas que me despertaban en medio de la madrugada gritando y llorando sin poder controlarme. Mi esposo estuvo ahí, tranquilo abrazándome cuando se lo permitía y alejándose cuando yo necesitaba quedarme sola. A la semana de estos sucesos fuimos a consultar con un ginecólogo quien nos revisó exhaustivamente a ambos, pues pensábamos que teníamos algún problema físico que impedía que consumáramos nuestro relación. El ginecólogo era un hombre de mayor edad y nos dijo con voz calmada que todo estaba bien en nuestro organismo y que no había ningún impedimento para poder llevar a cabo una relación sexual satisfactoria, sin embargo, cabía la posibilidad de que yo tuviera algún suceso traumático que me impedía disfrutar de la experiencia. Le dije que no recordaba nada y me pidió visitar a un psicólogo para ser tratada. Mi autoestima fue golpeada y me sentí avergonzada frente a mi  esposo. Nos fuimos a casa y le comenté que si quería anular el matrimonio lo iba a entender ya que al parecer no le iba a poder responder en el ámbito sexual, él sonrió y me abrazó tierna mente: "Vamos a ir a terapia juntos y vamos a aprender como pareja, no te preocupes lo vamos a superar". Lo abracé muy fuerte y lo amé más que nunca, me aferré a él mientras lloraba con mucha tristeza por todas las cosas que no había podido disfrutar, por todas las situaciones vividas en mi infancia y que estaban repercutiendo ahora en mi matrimonio.
Gracias a Dios, todo fue superado! Fuimos tomados de la mano a buscar un terapeuta, donde encontramos respuestas acertadas y nos orientó para superar la situación. Aprendimos a disfrutar al máximo de nuestra sexualidad con respeto, amor, paciencia y ternura. Pasaron 4 meses para poder consumar nuestro amor, pero fue maravilloso!! 
Ahora, en la actualidad soy terapeuta familiar y tengo la oportunidad de atender muchas parejas con situaciones de conflicto sexual, Si, aún en la actualidad existen muchas personas con poca información respecto a la sexualidad, aún falta tanto por hacer..!! Solo te pido que si tienes alguna duda al respecto, acudas con un especialista de la salud, él te podrá ayudar de manera efectiva, no le preguntes a tu mamá, papá, tía, hermanas, amigas o conocidas ya que ellas te responderán en base a su experiencia personal, la cual desgraciadamente no siempre es positiva y no te darán una respuesta PROFESIONAL que es lo que tú realmente necesitas.
Recuerdo las respuestas que yo obtuve en esos tiempos de parte de algunos conocidos: "Claro que te tiene que doler!!! eres señorita! Así pasa siempre", "Has de estar muy estrecha de las caderas", "Él ha de estar muy dotado!!", "A todas las que son señoritas les duele mucho, de hecho sangran y a veces hasta te da infección donde entre a la fuerza!!" y etc, etc, Todas estas respuestas son mitos, son creencias erróneas pasadas de generación en generación y desgraciadamente aún en estos tiempos hay muchas personas que viven con esa idea en sus cabezas, pasan su vida sin poder disfrutar plenamente de su sexualidad, pero no se atreven a consultar mas allá de su medio ambiente, mas allá de lo conocido.
Agradezco que mi esposo y yo estábamos en una apertura al cambio en ese momento y que el amor que nos unió nos guiaba a buscar soluciones siempre dentro del respeto mutuo. Disfrutamos mucho de nuestro aprendizaje en el ámbito sexual...
Aún recuerdo una noche que terminamos de hacer el amor y caímos en un sueño profundo... De pronto, me vino un recuerdo y lo desperté de manera abrupta, "Amor!! amor, despierta!", él asustado reaccionó, "¿qué pasa amor?" Lo miré retadora y le pregunté: "¿Por qué llegaste tarde a la boda? ¿Crees que ya se me olvidó?" Él sonrió cerrando los ojos, entre despierto y dormido murmuró: "A mi mamá no le gustaba lo arrugado de mi camisa... y se puso a la mera hora a planchar la mía y la de papá". 
Sonreí para mis adentros pensando en el caos que debió haber pasado en su casa ese día y seguí plácidamente dormida. Al final de cuentas era parte de La familia y TODOS sus enredos...
Hasta la próxima!!  ; )
Subscribe in a reader

2 comentarios:

¿La dulce...espera?

Y de pronto, sucedió... Un día común, en mi trabajo...  Todas las mañanas, cuando llegaba a la oficina, ya estaba hirviendo la cafetera a to...